Medioambiente aprobó la matanza de una especie protegida.

¿Cómo se come esto?

Todo comienza con las organizaciones agrarias contrarias al lobo como ASAJA que tiene de su lado a Medioambiente con Isabel García Tejerina que ha impulsado una petición a la Comisión Europea para eliminar la protección cinegética del animal y que ha manifestado «su compromiso en la lucha contra el lobo».

Al sur del río Duero, el lobo ibérico es una especie protegida por la directiva europea Habitat y la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. Sin embargo al norte se puede controlar su población mediante caza deportiva o controles selectivos.

En Castilla y León llevan 5 años permitiendo la caza de 200 lobos, eso sin contar los furtivos y los cazadores por deporte.

La excusa es la pérdida de ganado por ataques de lobo, sin embargo la Guardia Civil cifra en 20.000 € el fraude por ataque de lobos solo en Asturias, donde veinte personas han sido imputadas por simular daños de esta especie en sus reses para cobrar ayudas.

Resulta que por un cordero muerto en un ataque de lobo cobran 120 € mientras que su venta está a 0,4 € el kg.

Ahora encima pretenden cobrar por los heridos también.

La realidad es que no tienen las reses debidamente protegidas. Ganaderos como Alberto Fernández dice tener vallado su terreno y los animales en sus corrales protegidos por dos perros Mastines y que nunca ha sufrido un ataque de lobo. Todo ganadero profesional conoce las medidas para tener su ganado a salvo. La gestión profesional del ganado forma parte de las responsabilidades de un ganadero y, tanto las autoridades como los sindicatos ganaderos se esfuerzan en difundir las técnicas adecuadas. La gestión tradicional del ganado exigia que fuera acompañado por una persona durante el día y que fueran recogidos durante la noche. Muchos ganaderos se han acostumbrado a dejar al ganado solo durante días.

¿Esta tipeja os parece una ganadera protegiendo su modus vivendi? Porque a mi, su sonrisa y la manera de sostener con sus manos un lobo asesinado me parece una psicópata.

La coexistencia entre fauna salvaje y ganadería es posible sin matar una especie de la que quedan unos  2.000 o 3.000 ejemplares.